by Andrés Borbón on 18 September, 2008

in Curiosidades,Fotografía

fotografía en tercera dimensión, fotografía en 3D

He aquí un ejemplo de fotografía en tercera dimensión. A primera vista, las fotos parecen iguales. Sin embargo, hay ligeras discrepancias en ellas, lo cual les confiere la posibilidad de generar una imagen tridimensional en el cerebro del observador.

Cómo ver las imágenes:

Antes que nada, hay que colocarse a unos 20 ó 30 centímetros de la pantalla de la computadora y observar la imagen, fijándose en el centro y cruzando ligeramente los ojos. El objetivo es ver “doble”. Después, hay que descruzar lentamente los ojos hasta que se vean tres imágenes (dos de ellas deben fusionarse en el centro). Esa fotografía central es la que contiene la imagen en tercera dimensión.

Cuesta un poco de trabajo en un principio, pero con un poco de práctica es algo realmente sencillo y es sorprendente la facilidad con la que dos fotografías se convierten en una reproducción tridimensional de un objeto. Yo tardé sólo un par de minutos la primera vez que lo intenté.


ADVERTENCIA: Si padeces cualquier problema conocido en los músculos oculares, NO intentes esta técnica. Si te mareas, tienes dolores de cabeza o cualquier otro síntoma DETENTE DE INMEDIATO Y DESCANSA LOS OJOS. Todos experimentan un poco de fatiga al aprender esta técnica, así que es importante descansar entre los intentos y sólo mirar a las fotos en 3D durante periodos cortos de tiempo. Aún cuando hayas perfeccionado tu técnica, no te fatigues. Evidentemente, al practicar esta técnica quedas advertido y estás de acuerdo en que no podrás exigir ningún tipo de reparación al autor de esta entrada o al autor de las fotografías por cualquier daño, lesión o problema derivado de la práctica de esta técnica.

(Nota: Si reproduces esta entrada en tu blog, copia y pega la advertencia)


Otro ejemplo:

fotografía en tercera dimensión, fotografía en 3D

Cómo tomar fotos en 3D (casi) con cualquier cámara:

Yo ya estoy practicando con mis propias fotografías en 3D. Es realmente sencillo. Para conseguirlo, hay que tener una cámara que acepte enfoque manual (una DSLR es lo idóneo). Se deben tomar dos fotografías del mismo objeto con unos cuantos grados de diferencia (15 grados, aproximadamente y a la misma distancia). Luego se colocan en los marcos y hay que asegurarse que las imágenes coincidan perfectamente en el encuadre. Eso es todo.

Muchas cámaras digitales cuentan con el modo de retrato (portrait mode). Ése es el idóneo para este tipo de imagenes.


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